Paisaje/ Landscape (II)

“La imaginación es el reflejo de los movimientos de la mente” (Leonardo Da Vinci. 1452-1519).

“Landscape on greens at the lake S.” (Photography: luisjimenezridruejo.com)

“Landscape on greens at the lake S.” (Photography: luisjimenezridruejo.com)

Esta foto fue hecha un miércoles de junio del 2016, a las 7:10 de una mañana fresquita y con ligeros retazos de niebla baja, “mist” que le dicen en Texas. Luisma hizo la fotografía con una cámara Nikon 7100 digital, objetivo Nikkor Zoom 55-300 mm. y velocidad de un 160 de segundo, la mínima que suelo usar “a pulso”; aunque, a veces, le pongo—contraviniendo cualquier razonable uso de la luz solar—una décima de segundo, digamos—y te “sale” una foto “impresionante”, algo… como si Ansel Adams se te apareciera en sueños y te dijera: Eso es…! Ah! la apertura de diafragma—suena como un término médico—la que le dé la gana a ella, en ocasiones, la selección la “baila a su aire” y en fotos como esta no falla con su maravillosa posición: A (Automática). Y, luego, “que salga el sol por donde quiera, que para eso está…” ( * ver ‘nota del autor’ al final de este post). ¿Queda claro que estoy hablando de la cámara de fotos, no?  Ya no tan simple como aquella que me regaló mi abuelo Z., la Kodak “de cajón”, hace ya la friolera de setenta años!  Vaya, los que me enseñaron a ver, lo hicieron bien, los antiguos y los modernos; la Fotografía—merece la mayúscula— era y es la técnica artística de mi tiempo. Algunos la entrevieron antes, yo por mi parte casi asistí a su nacimiento—desde luego, si a la de color—y, al paso que vamos, puedo asistir a su deceso, si aguanto un poco mas…

“Cottonwood Flo y South Wind bailando sobre el lago de S.” (Photography: luisjimenezridruejo.com)

“Cottonwood Flo y South Wind bailando sobre el lago de S.” (Photography: luisjimenezridruejo.com)

Este ‘landscape’ fotográfico—horizonte no lejano, sino cercano, líquido—en realidad, tres horizontes, visualizados en tres formas diferentes: uno en el plano vertical, desde un… “norte claro, nítido, de sensación vegetal balsámica—verde, que te quiero verde—el segundo, “oscuro verde-oliva en el profundo sur, la taleguilla de sombras impalpables en la cintura de este paisaje/landscape. Y, el tercero, “esa perfecta línea rodeada de húmedas flores blancas…” No hay líneas rectas en la naturaleza, ya lo dijo uno de los grandes italianos. No recuerdo, ahora mismo, cuál de “los tres.” A mí me hubiera gustado que hubiese sido Da Vinci, y si no, mirad con despacio el “paesaggio” que sustenta el gran retrato: Bobbio desde el castillo de Malaspina, un paisaje que alguna vez fue real, la única certitud de esa maravilla de pintura.

La pregunta se hace otra vez obsesiva: Como será la próxima Fotografía y cuan pronto? Estará al caer?  Se habla, se masculla (hablar entre dientes, dudar, atragantarse) que solo se está empujando una puerta, que ya estaría abierta… Será otra manera de ver, otras técnicas, otros estilos…será otra Historia. Basada, o no, en nuestra fotografía actual. Con esa “Nueva Fotografía” necesitaría una eternidad, o dos, para hacer todo lo que quisiera, en cualquiera de los universos mundos fotográficos en los que estoy “metido” desde tiempo ha. Con una promesa tal… Al fin y al cabo, volver a K-5, “mi” planeta, mi “Tierra1” en Andrómeda, “solo” son los 16 años que “cuesta” el viaje, hoy por hoy… Pronto será en menos, mucho menos…y en treinta y siete mil quinientas fotos, o más, muchas más… Como dijo el ciego del Lazarillo: “Ya veremos, zagal…ya veremos.” Hasta aquí todo ha sido, y es, imaginación y deseos.

“My Texas Landscape” or “The Uninhabited Texan-Japanese Garden” (Photography: luisjimenezridruejo.com)

“My Texas Landscape” or “The Uninhabited Texan-Japanese Garden” (Photography: luisjimenezridruejo.com)

El lago es de S. y sus hermanas. Lo mío—aunque yo no lo diga así—es sólo la propiedad intelectual de las fotografías que allí hago y el gozo supremo de la ensoñación de sus paisajes; los rincones del lago que tal parecen jardines acuáticos japoneses—deshabitados—en medio de la pradera.  Tu “landscape”, lo que alcanzan mis ojos, la definición más británica de la palabra, tu ‘tierra’, tu ‘región’…lo que te llena los ojos del recuerdo, cuando estás lejos. El lago sostiene un horizonte ‘horizontal’ que no necesita la difuminación de los clásicos, solo esperar a uno de esos días—dos o tres cada año—en los que un poco antes de amanecer, puedes ver precipitarse suavemente en las aguas quietas, empujadas por el viento racheado de la pradera, unas cuantas miríadas de pequeñas flores blancas de “cottonwood.” Este sugestivo tapizado de la superficie, cambia totalmente la apreciación de la imagen, y a tenor, las flores bailan unos valses—emparejadas con los vientos del sur—antes de desaparecer en su transparente y oscuro fondo, solo horas después. Alguna flor se abraza a un árbol, en intento de salvación inútil, pero solo es un reflejo, un brillo—dorado, eso sí—chapado en oro líquido, si se quiere…las luces de Texas.

Arboles y maraña, solo se separan para beber del lago. (Photography: luisjimenezridruejo.com)

Arboles y maraña, solo se separan para beber del lago. (Photography: luisjimenezridruejo.com)

Estos árboles aventureros, propios de esta zona del país, tienen primos en Castilla: los chopos. Pero, que diferentes unos y otros… Aquellas choperas de las orillas del Tormes en Salamanca, en España. Cantos gregorianos, casi geométricos, de árboles alineados casi marcialmente, hombro con hombro, altura con altura, en igual ambición de aguas y soles. Parecidas ansias a los de aquí, aunque estos sean más frondosos, crezcan a puñados, en cercanías de retorcidos ramos de ramas—a veces compartiendo raíces—que hacen del lago y sus arribes una caja de resonancias delicuescentes y colores vibrantes, un salón de exhibición continua del “american landscape”, tan sorprendente a nuestra mirada. Siglos y siglos inmaculados en su prístina belleza. “Ciento…y la madre” de todos los paisajes y todos tan diversos, tan distintos. Con cámara, o sin ella, delectación en cualquier momento, o lugar que se tercie…

La maraña… detrás de ella se advierte, se siente o se imagina, la presencia del Castillo-Convento de los Claros de Maypearl. (Photography: luisjimenezridruejo.com).

La maraña… detrás de ella se advierte, se siente o se imagina, la presencia del Castillo-Convento de los Claros de Maypearl. (Photography: luisjimenezridruejo.com).

La maraña…‘aquí, rodeando y defendiendo los claros del bosque, donde se asienta el castillo-convento-estudio-escondite del fotógrafo.’ Es el epítome de tantas otras imágenes, a cuál “mejor”—o mejor apreciada—por mi gusto y mi intención. Son ya decenas, cientos, pronto miles de infinitos puntos de luz que  conforman “mis mundos” fotográficos, aquellos que tengo en este momento en agraz. Y, hay tantos universos como queramos—o podamos reflejar con nuestra cámara—, que son disfrutados, simplemente, con abrir los ojos y la mente a la ‘realidad de la imaginación.’ Y, aceptar—pongo por caso—que una corteza de árbol pueda ser una suave piel de madera y que no necesites tocarla para sentirla, o que esa misma madera en sus ramas, largas, delgadas y flexibles como látigos, tenga centenares de espinas queratinosas, largas y aguzadas como dagas vizcaínas, que clavan y desgarran, dejando el tatuaje de sus marcas, la otra cara de las muchas bellezas de la naturaleza. Un mundo duro, al mismo tiempo admirable, a menudo impracticable, y perpetuamente ‘mil por cien fotogénico.’ Solo, y no siempre, las sombras de color y ciertos espíritus pueden con ella—y, bueno—ya hablaremos… Habrá que dedicar más tiempo y letras, y fotos, para explicar y enseñar el uso y disfrute de esta maraña, detrás de la que yo también me oculto monacalmente, haciendo mis imágenes y ‘compuscritos’(sic)—las mariposas y las abejas ya me piden “salir en la foto”—y uno soñando despierto con esos otros mundos: los de antes, el de ahora y los de después.

“Campos de Pedraza, en Castilla La Vieja” (Photography: luisjimenezridruejo.com)

“Campos de Pedraza, en Castilla La Vieja” (Photography: luisjimenezridruejo.com)

Esta foto podía haber sido hecha hace cincuenta años o hace diez días; cuestión de esperar, sentado, las luces pertinentes y perseguir, en coche, la tormenta hasta que descargue. Es un paisaje cuyas líneas de composición semejan uno de esos juegos de “Palillos Chinos”; dejados caer, al azar, sobre una mesa o lugar plano, cuando se detienen, entremezclados sus colores—en cualquier dirección que apunten—el equilibrio aparece gravitando y garantizado. Obsérvese que mi paisaje de las tierras y trigales de Pedraza tiene árboles, dos (2) lo cual lo califica, ‘ya de por sí’ (salmantinismo?) como: “Japanese landscape” y como ‘bosque’ (2, o más árboles) de acuerdo con algunos artistas japoneses. El simple añadido de los trigos, le da el carácter de “Japanese landscape of Castilla-Japón” y el dramatismo cárdeno del montañoso horizonte final le concede un aire, entre velazqueño y goyesco, según se mire… Mi paisaje/landscape, tan familiar… el mismo de Mio Cid Rodrigo…el de siempre.

Habíamos quedado, en el final de la primera parte de este post—y en esta también, con un voto por el mantenimiento del tesoro natural—hablando del paisaje, del “landscape” anglosajón, de los horizontes castellano-japoneses, pero, ante todo, de la verdad de la fotografía. Esos paisajes/landscapes que nos regala, cada día y cada momento, la Naturaleza. Aquellos que los amamos, procuramos verlos y mantenerlos con nosotros; en cualquiera que sea la forma de composición artística en la que estemos empeñados. Amén.

 

Luisma, Maypearl,TX      5 de Febrero del 2023

Nota del autor. – Este post está dedicado a la memoria de José Luis Cuerda, profesor y amigo. Oye! José…tengo un ‘bosque animado’— para mí solo—aquí en Texas…que noches! Y, después ‘amanece, que no es poco!’ y tantas otras cosas…ya te contaré, delirante! Vente, aunque sea como espíritu a mi bosque…una cosa: los espíritus escriben?

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