Hoy me he desayunado, al abrir el ordenador, con la foto de Donald Sutherland en la inauguración de su estrella en el Paseo de la Fama de Hollywood. Albrícias! Aunque yo pensaba que él ya tenía la dichosa estrella de terrazo desde años ha. Parece, entonces, que no y me alegro sobre manera de que, por fin, la tenga. Muchos con menos méritos que él, la tienen desde hace tiempo. Y, no voy a mencionar nombres.
Para mí, más que un gran actor, que lo es, se trata de una estrella del cine; del de siempre, del cine de las películas buenas, las que dejan recuerdos y rescoldos vivos en los rincones del corazón. Ese sitio donde se guardan los mejores momentos vividos en la oscuridad de las salas de proyección. Por eso las películas en televisión las veo con el cuarto a oscuras y en silencio cuasi religioso, a ser posible. Y por ello también, mi televisor y mi monitor digital cada vez es más grande; acabará siendo del tamaño de la pared, supongo.
Volviendo a Donald, estrella de cine, actor de grandes recursos, fértil imaginación y de una vis cómica inigualable. Pocos como él pueden hacer papeles dramáticos y cómicos, sin resentirse en la calidad de sus producciones. Capaz de una emocionante comicidad en “Los Héroes de Kelly”, gran creación en el papel del sargento tanquista hippie paranoide…O también, el dramático y espeluznante de “El Ojo de la Aguja”, en el papel tremendo de asesino y agente alemán, o agente secreto…según se quiera mirar.
Y mirando, mirando, veo que aun sin saberlo, Donald compone personajes o inspira “castings” para algún papel de alguna película que nunca se hizo y que sin embargo la evidencia fotográfica está ahí. Viendo, miro, veo en la pose rápida de la estrella de terrazo, como Sutherland un hombre alto de más de 6’ se convierte, por un solo gesto y pose en el trasunto del enano velazqueño: Don Sebastián de Morra. Esta es la facilidad que uno pide, y encuentra, a un gran actor. Ese es el don.
Los actores buenos, los actores de siempre, los Bogart, Pacino, Brando, Grant, De Niro, Nicholson, necesitan como contrapartida estos otros actores: los Borgnine, Hopkins, Hurt, Caine y el mismo Donald. Especializados, o por razones incomprensibles encastillados en el mismo tipo de papeles, quién puede saber porqué…Esto es por romper una lanza a favor de estos actores de carácter, llamados— equivocadamente, por Hollywood— secundarios. No hay nada secundario a lo largo y ancho de estas actuaciones. Y, muchas veces, se “comen” al protagonista “de cabo a rabo.” O como se dice a la sazón, en estos tiempos de hoy: “les pintan la cara.” Véase, como ejemplo: “Klute” con Jane Fonda, quién por cierto recibió un Oscar por su actuación; nuestro Donald ni siquiera fue nominado…
Sutherland padre, Donald, tiene un hijo actor de cine y televisión: Kiefer, que le sigue los pasos acertadamente; el de la serie “24” en TV y con grandes películas en su haber, tales como: “Cuenta Conmigo” (Stand by Me) … “Unos Cuantos Hombres Buenos” (A Few Good Men) y otras muchas. Sin embargo, hacer recuento de las innumerables películas de Donald Sutherland sería exhaustivo e innecesario. En su caso, propongo un pequeño juego que dice mucho del tipo de actor y del carácter del personaje; con él se puede ver el rango, la latitud y la longitud de este hombre, artista y estrella. Y comprender con ello mi admiración y aplauso.
Personajes que ha interpretado a lo largo de cincuenta años de carrera. No están todos, pero si los mejores papeles. Donald ha sido, sucesivamente: soldado americano de la Segunda Guerra Mundial, redimido por heroicidad; deslumbrante joven ricachón; hippie paranoide sargento de tanques; caótico, mujeriego y bebedor cirujano militar en la guerra de Corea; detective privado rural; Jesucristo; asesino; Casanova; fascista bestial; inspector de salud pública; ladrón inglés de trenes; paleto enamorado; padre con conflictos emocionales, o sea, padre; Humbert Humbert; agente secreto alemán en Inglaterra; dependiente de ultramarinos; Paul Gaugin; maestro en Sudáfrica; incendiario en Chicago; misterioso oficial de Inteligencia americano; coronel ruso; snob neoyorkino; jefe corporativo en Seattle; profesor de abogacía; entrenador de atletismo; añoso astronauta; asesino a sueldo; mentor de ladrones; siniestro anticuario; capitán de policía; Portavoz del Congreso; viejo patriarca familiar; villano de dibujos animados; traficante de armas; billonario buscador de tesoros…y tantos otros más.
Qué vida más interesante! A mayores, tres o cuatro esposas y cinco o seis hijos. Activismo político contra la guerra de Vietnam y contra todo tipo de guerras. Curioso que haya hecho tantos papeles de militar y tantas películas de guerra. Su última actividad, fuera del cine: escritor comentarista político en el blog de Arianna Huffington, en las pasadas elecciones americanas. En fin…con ocasión de la colocación de la estrella en el pavimento de la calle, celebración de un personaje vivo, rico y pleno. A sus 75 años y con mí agradecimiento y admiración: larga vida al más famoso Donald de Hollywood, después del Pato!
Luisma, Pittsburgh (Pennsylvania) Enero del 2011
Reeditado y anotado en Maypearl (TX) en Julio del 2024
Nota del autor:
Nota necrológica
Donald Sutherland, artisa cinematográfico de Hollywood ha fallecido ayer, en la ciudad de Miami (Florida) a los 88 años de edad.
Fue siempre uno de mis actores de cine predilectos. Reparé en el por primera vez en la película “The Dirty Dozen” y acto seguido en la cinta “Kelly’s Heros” (“Los Violentos de Kelly” en español) “El recuerdo es más grande que le cosa recordada.”
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