Yearly Archives: 2014

Retrato de pintor (X)

Autoretrato del Greco en el “Entierro del Conde de Orgaz” (Toledo)

Autoretrato del Greco en el “Entierro del Conde de Orgaz” (Toledo)

“…Me he pasado la vida alrededor de grandes pintores, saliendo y entrando de sus estudios, de sus talleres, de sus hogares o estancias que tanto o más que sus pinturas nos dicen de ellos. Yo mismo soy un pintor frustrado, sí, porque siempre quise ser pintor de cámara del Rey, Nuestro Señor, y no se me logró. En vez de querer ser un mejor artista. Y un frustrado de la peor especie, pues sé lo que es la pintura y lo que es el arte, que yo no tengo y que he visto tantas veces en los otros. Puedo reconocerlo, soy envarado, repensado y algo antiguo en mi técnica. Creo que no me conocéis, o todavía no, pero os vendré a la memoria en cuanto os cite mi nombre: Francisco Pacheco…sí, estáis en lo cierto, mejor conocido por ser el suegro de Velázquez, el gran Diego de Silva, el sevillano. Empero no es de él de quien quiero hablaros hoy, es de otro de los grandes, que se me antoja tan enorme como Diego. Quiero referiros como conocí a Doménico, a Theocotopoulos, al que todos llamamos El Greco, o el místico.”

“Corría el 1610, o el 11, que ya no puedo recordar bien, la vejez atenaza mi mente. Ah! sí, fue cuando llegó Velázquez como aprendiz a mi estudio, siendo un niño todavía…y cuan pronto dejó de serlo! Llegó con diez años y a los diecisiete ya se permitía el lujo de corregirme. Yo no estaba en Sevilla, había corrido un tanto por el extranjero y de vuelta paré en la Corte para ver a Carducho—que bien escribe este hombre y cuanto sabe del arte de pintar—. Me habló del griego, cretense por mas señas, me enseñó una pintura suya que al Rey no le había complacido, me encareció su figura y quehacer pictórico: ‘Pacheco, este Greco, que así le llaman, es un gran artista, no se parece a ningún otro; inusual, trae mucho de la escuela de Venecia y de los italianos y lo bizantino de sus raíces. Pero la mística y lo personal de sus técnicas no tiene parangón con ningún otro que yo haya conocido. Eso sí, está loco, o por demente lo tienen algunos. Me han dicho que, a veces, grita mientras pinta y habla, a solas, en su jerga, y también sé de sus caprichos: parece que contrata músicos para holgarse mientras cena, y quien sabe si también mientras pinta. Todo un personaje, te encarezco que lo visites en Toledo, que es donde vive. Te aseguro que no perderás el viaje.’ Humana condición: no sabemos hablar de alguien sin criticarlo un tanto.”

“Ocioso deciros que partí hacia esa ciudad a ver al tan mentado. Al arribar a Toledo y luego de aposentado cerca de la plaza de su zoco, enseguida me llegaron nuevas del pintor. Alguien le había ido con la especie de mi llegada y ya debe saber que estoy escribiendo un tratado sobre la pintura de España. Querrá que lo miente, que lo celebre, pues todo es bueno para el convento…que hablen de uno, aunque sea para bien! Y él, después de tantos años ya puede considerarse un pintor español, aunque eso aún tengo que verlo. Me cuentan que profesa de muy católico y hasta de castellano, esto si no lo veo, no lo creo. Ya tengo ganas de conocer al personaje que me avanzan vive en unas casas de veinticuatro aposentos, con mucha familia y servidores; en el lado de poniente de la ciudad y deudor del Marqués de Villena. Y de los obispos, a buen seguro. Si no existiera la Iglesia y la Religión, la gente de nuestro gremio andaríamos mucho más de pobres. Gracias a las pinturas de Vírgenes, Cristos y Santos, apañamos la cazuela y ganamos el condumio.” 

El Greco ”Apertura del Quinto Sello” The Met (New York)

El Greco ”Apertura del Quinto Sello” The Met (New York)

 “Doménico es menudo, ni alto ni bajo, en apariencia huesudo, su calavera será pequeña y angulosa. Es de manos firmes; lo primero que le notas es que camina a trompicones, aunque leves y con los pies a las diez y diez. Viste de color negro Contra-Reforma, como tantos otros, a imitación de Felipe II. Es expansivo y según y conforme reservado y resulta cariñoso cuando lo tratas más. En su conversación anda a su bola, al igual que en su pintura. Hace lo que le da la gana y no sigue dictados de nadie. El timbre de su voz y algunos aspavientos que se le advierten son los que, posiblemente, le han granjeado la fama de loco. Algo excéntrico si es, aunque los españoles tenemos la manía de calificar así al extranjero, a veces por el simple hecho de serlo. Es hombre viajado y de experiencia, ameno de conversación y firme en sus creencias. Esta primera tarde, estamos sentados en las jamugas que nos ha sacado al tempero, Doña Jerónima, su compañera, en la explanada del jardín que mira al Tajo. Departimos, y noto que su castellano no es muy logrado. Criticamos, como buenos provincianos, la Corte, al Rey, las costumbres—‘Guardaos, Pacheco, ni vos ni yo entraremos nunca en las órdenes militares, nos sustentamos del trabajo de nuestras manos…quizá nuestros hijos o nuestros nietos’—Cae la tarde, efluvios de jacintos suben del rio y ya cantan las cigarras. Toledo en su más pura esencia.”

El Greco “Vista de Toledo” The Met (New York)

El Greco “Vista de Toledo” The Met (New York)

‘Os espero el sábado para comer. Me huelga invitaros y así podréis conocer al resto de mi familia. Veréis mis talleres y a mis aprendices y yo mismo estaré trabajando cuando lleguéis. Prepararé para vos un cabrito al modo cretense y abriremos unos vinos que ha poco me han traído de Méntrida…’ Del ascetismo del griego ya solo queda la frente despejada y la palidez de las facciones. Y sí, fue una jornada interesante. Relajado y dejándose admirar; voy entendiendo mejor sus teorías sobre el color y su personal aproximación al trato de la figura humana. Algo de escultura también hace y me sorprendió encontrar unos armarios atiborrados de cabezas cerámicas y modelos de arcilla. Pero la mayor sorpresa vino cuando Theocotopoulos me mostró su archivo personal, algo a lo que no estamos acostumbrados los pintores españoles: unas copias en pequeñas escalas, y hasta miniaturas, de todos y cada uno de sus cuadros pintados en su ya largo periplo vital. Asombroso. 

Admiré, y mucho, sus primeras obras venecianas y hasta sus iconos, pero lo que más me dió que pensar fueron sus obras más recientes, menos manieristas y más personales. “La apertura del Quinto Sello” y un paisaje dramático con Toledo en lontananza, son de esos cuadros en los que uno puede conjeturar el futuro de la pintura. Tres años después de esta visita, me llegaron noticias de su muerte. 73 años y no me pareció tan viejo cuando le conocí. Mi admiración por él ha quedado intacta y así seguirá…Y, yo de mí, que puedo deciros…no sé con cual oficio resto a más placer: si el de la pintura o el de la escritura. El pincel o la pluma, no sabría a que carta quedarme. Miraremos por entrambos….”

Luisma, Maypearl (TX) Enero del 2014

Retrato de pintor (IX)

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“Me gusta una pared vacía porque puedo imaginar que me gustaría poner en ella.” Georgia O’Keeffe (1887-1986) 

Esta es la historia, retrato, de uno de los seres mas anormales que imaginarse pueda: una persona normal. Una mujer, en este caso. Una mujer feminista (lo era por naturaleza). Georgia O’Keeffe no necesitaba serlo, ni practicarlo, ni pregonarlo a bombo y platillo. Simplemente lo era, y no hace falta mirar muchas de sus pinturas para darse cuenta de ello. El feminismo mas galopante, el de armas tomar, quiso hacer de su arte una bandera y tropezó con la mas absoluta negativa. O’Keeffe, repetidamente, negó la utilización de sus imágenes para la causa feminista. No porque ella no lo fuera, o porque no apoyare la lucha, sino porque tenía mucho respeto por su arte y por el de los demás. No creía en su uso político, ni en cualquiera de los usos ajenos al arte por si mismo.

Esa normalidad la llevó a ser discutida por razones extrañas a las fronteras de su arte pictórico, sobre todo en su propio país. De ella, las más de las veces, se criticaba todo menos su pintura que era lo discutible. “Escribes sobre mi flor como si yo pensara o viera lo que tu piensas y ves de la flor—y yo no”. Incluso se llegó a criticar su éxito, tildándolo de excesivo(!). La mayor parte de sus críticos más negativos han sido otros artistas posteriores, alegando razones técnicas o de gusto personal (¡?) y ocultando a menudo los rabiosos celos, con comparaciones odiosas y siempre mal traídas. Los tiempos cambian pero solamente para repetirse. Picasso, de cuyo éxito nadie podría dudar, ni sospechar, no fue ajeno a ello. Él, sin embargo, cayó frecuentemente en la utilización política del arte; aunque en su caso produjera obras como el “Guernica”. Perdonable utilización.

Georgia O’Keeffe nació en Wisconsin, aunque su vida creativa se celebró en New York, Texas y New Mexico. “Donde nací y donde y como he vivido no tiene importancia. Lo que he hecho en donde he estado, es lo que debería ser de interés.” Ha sido, probablemente, la pintora más importante de la historia de este país, con Mary Cassatt y Helen Frankenthaler. “Uno no puede ser americano para que vayan diciendo: mira es un americano. Hay que sentir América, gustar de América, amar América y entonces trabajar.” Así se expresaba O’Keeffe al ser preguntada—que se siente al ser una pintora americana(¡?). Su vida y milagros eran examinados con lupa y fue un continuo responder a preguntas que nunca se hacían a los pintores masculinos. Georgia era una solitaria, misantrópica y casi anacoreta. Algo nada anormal y, a pesar de todo, considerado anormal por el resto de los mortales. Si no eres como todo el mundo—aborregado—eres un raro.

music pink and blue 2 1918

 “Music, Pink and Blue #2″ (1918)

Su relación afectiva y profesional con el fotógrafo Alfred Stieglitz, que era 23 años mayor que ella, contribuyó a perfilar una celebridad ajena a su interés. Fue una relación distante y físicamente despegada. Con todo y con ello, Stieglitz le hizo más de 350 fotografías, algunas de ellas maravillosas y de las que muchas eran desnudos. Dada su seriedad artística y su fama, varios de estos desnudos se han cotizado en cifras millonarias. Uno de ellos pasa por ser una de las fotografías más caras de la historia. Los temas de su pintura, después de una juvenil etapa de abstracción, fueron las flores, los edificios neoyorquinos, los paisajes áridos, y las pelvis y cráneos de animales blanqueados al sol del desierto(¡?). “Cantar siempre me ha parecido la más perfecta manera de expresión. Es tan espontánea. Y después de cantar, creo que el violín. Como no puedo cantar, pinto.” Pura normalidad, se mire como se mire.

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  “Yellow Calla” (1926)

Tuvo una vida muy productiva y al final volvió a la abstracción. Aún así, siempre dudó: “No soy un exponente de expresionismo. No sé exáctamente lo que eso significa, y no me gusta como suena. No me gustan las etiquetas y los ismos. Quiero pintar al modo de mi pensar y sentir.” Le gustaba ponerse a si misma en solfa, y decía: “Odio las flores—las pinto porque son más baratas que las modelos, y no se mueven.” En resumen, una persona normal que era pintor y mujer. Aceptó y abrazó su condición femenina (en una época muy diferente a la actual) usándola para su expresión artística, y nunca renegó de ella. Georgia O’Keeffe murió a los 98 años. Los últimos veinte años de su vida ya no pudo pintar por culpa de un defecto de visión.

Luisma, 25 de Noviembre del 2013

“Siento que hay algo inexplorado sobre la mujer que solo una mujer puede explorar.” (G. O’K.)

[Originally posted at Dust, Sweat and Iron.]